- La dieta debe cubrir las exigencias y mantener el equilibrio del organismo.
- La dieta debe estar adaptada a las necesidades y gasto energético de cada individuo.
- La dieta debe ser completa y variada en su composición con inclusión diaria de todos los nutrientes y en ciertas cantidades y proporciones, según la edad y circunstancias de vida. En este sentido una dieta saludable tiene distribuidos los nutrientes en una proporción similar a la siguiente:
- Los glúcidos nos aportarán al menos un 55-60 % del aporte calórico total.
- Los lípidos no sobrepasarán el 30 % de las calorías totales ingeridas.
- Las proteínas deben suponer un 15% del aporte calórico total.
Históricamente los pueblo de las riberas mediterráneas han seguido la llamada Dieta Mediterránea, que se considera como una dieta saludable puesto que cumple los requisitos anteriores puesto que se basa en la abundancia de productos de origen vegetal, un consumo relativamente alto de pescado y de aceite de oliva y una preferencia de carnes blancas sobre las rojas, a lo que habría que añadir los paseos y la siesta.
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