¿Por qué no nos asfixiamos al comer?

Situación de la epiglotis

La boca y la faringe son dos órganos comunes a los sistemas digestivo y respiratorio, por lo tanto estas vías son de paso tanto para el aire como para el alimento. Tras la faringe, el alimento pasa al esófago y el aire a la laringe y la tráquea. ¿Cómo se separan ambas vías?: Gracias a la epiglotis.

Funcionamiento de la epiglotis

La epiglotis es  una estructura cartilaginosa localizado en la garganta detrás de la lengua y al frente de la laringe, que en su estado normal permite  el paso del aire a la laringe. Sin embargo, cuando comemos, la epiglotis se dobla hacia atrás para cubrir la entrada de la laringe, de tal manera que los alimentos sólidos y líquidos no penetren en la tráquea, lo que nos llevaría a la asfixia por obstrucción.

Pese a este mecanismo, en determinados momentos puede que parte del alimento pase a las vías respiratoria provocando la asfixia. La mayoría de las veces, el alimento u objeto solo bloquea la traquea parcialmente y lo más probable es que sea expulsado tosiendo y la respiración se vuelva a restablecer. Algunas veces, no obstante, el objeto puede entrar en la traquea y obstruir completamente el paso del aire. Si el flujo del aire hacia y desde los pulmones queda obstruido y el cerebro deja de recibir oxígeno, la asfixia por aspiración puede convertirse en una emergencia que podría poner en peligro la vida.

En ese caso se hace necesaria la maniobra de Heimlich, que queda plasmada en el siguiente vídeo, y que realizada correctamente salva muchas vidas al cabo del año.